Bate récord por partida doble: Carme Chacón es la primera ministra embarazada de la democracia y la primera mujer al mando del Ministerio de Defensa. Dicen quienes la conocen bien que es muy tímida, una característica que sin embargo no deja adivinar en sus apariciones públicas, en las que siempre transmite seguridad y confianza. Desde que se hizo militante de Juventudes Socialistas, con tan sólo 18 años, la carrera política de Carme Chacón ha avanzado rápido y con paso firme hasta convertirse en «uno de los nuevos valores más importantes del proyecto del Partido Socialista», en palabras del propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Esta barcelonesa (Esplugues de Llobregat, 1971), de madre catalana y padre almeriense, se define como «puro mestizaje», el mismo calificativo que aplica a Cataluña, la comunidad en la que ha logrado uno de sus mayores triunfos políticos hasta la fecha. Como número uno en las listas del PSC consiguió en las últimas elecciones 25 diputados para el partido, igualando el histórico resultado de 1982 y superando las cifras de los anteriores comicios.
Era la consolidación de un trabajo que comenzó en 1999, en la concejalía del Ayuntamiento de su Esplugues natal. El salto a la primera división de la política le llega justo con el cambio de década. En 2000 se hace cargo de la secretaría de Educación, Universidad, Cultura e Investigación de la Comisión Ejecutiva del PSOE, un puesto que la dará a conocer a los ciudadanos de toda España, que valoran la oposición que hace a la entonces ministra Pilar del Castillo, del PP, y a sus reformas educativas.
Dio un paso más en 2004, cuando Zapatero llegó por primera vez a La Moncloa. Se convirtió entonces en vicepresidenta primera de la Mesa del Congreso de los Diputados, pero el presidente del Gobierno tenía otros planes para ella. Los desveló en 2007, cuando le confió la cartera del conflictivo Ministerio de Vivienda, en sustitución de María Antonia Trujillo. Un reto que la política catalana aceptó sin dudar, convirtiéndose en la ministra más joven del gabinete. Consciente de la responsabilidad que asumía, Chacón se comprometió a trabajar para que «el precio de la vivienda deje de ser un obstáculo insalvable para que las generaciones mejor formadas de la historia puedan llevar a cabo sus proyectos personales, familiares y profesionales en condiciones óptimas». Toda una declaración de intenciones. En la práctica, los jóvenes empezaron a valorarla hace unos meses por su ya famosa Ley de Ayuda al Alquiler.
Pero a pesar de que le apasiona su trabajo, al que dedica gran parte del tiempo, no todo es política en la vida de esta licenciada en Derecho, con cursos de doctorado en Inglaterra, Suiza y Canadá. Casada con Miguel Barroso, ex secretario de Comunicación de Zapatero, no ha querido renunciar a ser madre por su carrera y ya está esperando su primer hijo, un hecho que la ha convertido en la primera ministra embarazada de la democracia.
Entre sus aficiones destaca la lectura, especialmente la poesía, género en el que también hace sus pinitos como escritora. De hecho, cuando se retire del ajetreo político se imagina a sí misma «escribiendo o al frente de una editorial». Pero por el momento, se conforma con dejar caer alguna cita literaria en sus entrevistas, en las que intercala casi sin pensar a personajes como Simone de Beauvoir y otros, que se cuelan con naturalidad entre sus argumentos.
Bien considerada por los miembros de su partido —al menos de puertas para afuera—, tiene una gran relación con el presidente Zapatero, aunque ella se considera más «la niña de Felipe», como ha declarado en la última campaña electoral. Fuera de la política también cuenta con muchos admiradores. De hecho, tiene grupos de fans en Internet.
